jueves, 27 de junio de 2013

Se nos va Pepe

Se nos va Pepe o, como dirían sus alumnos y alumnas, “Don Pepe”. Esta forma de llamarlo, que nos resultó curiosa las primeras veces que la escuchamos, encierra, tal vez sin quererlo, toda una declaración de principios en su relación con los alumnos y alumnas y en su actividad formadora. Y es que, por una parte, Pepe se muestra como una persona cercana, tolerante y cariñosa con los “infieles” y las “infieles”, como a él le gusta llamarlos y llamarlas; sin embargo, al mismo tiempo consigue imponer la autoridad y el respeto necesarios, logrando como pocos, ese difícil equilibrio que tan complicado resulta casi siempre en la actividad docente.



 Para conocerlo un poco mejor, debemos decir que nació en el pueblo minero de Peñarroya-Pueblonuevo allá por el mes de agosto de, bueno, hace unos cuantos años.


 Como indica su primer apellido, Reynier, tiene sangre francesa, pues desciende de aquellos galos, miembros de la compañía minera que explotaban los yacimientos de carbón y que se asentaron en su pueblo en el siglo XIX.


 Realizó estudios de magisterio en la Universidad de Córdoba y comenzó su andadura como profesor en enero de 1982. Su primer destino fue Fernán Núñez, iniciándose, de este modo, su vida viajera, pues debía levantarse a las 6 de la mañana para circular a bordo de su R8 por aquellas carreteras imposibles, hasta llegar a su puesto de trabajo.

 Más adelante fue destinado, primero, a Fuente Obejuna y, seguidamente, a Peñarroya (hecho que agradecieron su cuerpo y su R8) para obtener destino definitivo en nuestro Centro en el curso 88-89. Aquí ya la cosa fue mejorando poco a poco y, con el tiempo, se agenció un coche fantástico que, sin nada que envidiar a Kitt, el célebre coche inteligente de Michael Knight, resulta mucho más educado que su maltrecho R8 y, al menos, lo saluda todos los días.


 Son, por tanto, 25 años en los que Pepe nos ha ofrecido su dedicación y entusiasmo. Los que lo conocimos cuando llegó, desde el primer día tuvimos la imagen de una persona afable, comunicativa y siempre dispuesta a colaborar con ánimo en todas aquellas actividades que se le proponían, de modo que se integró rápidamente en la dinámica del Centro.


 Ya entonces resultaba fácil localizarlo, pues por su estatura y su “traje de romano”, como él llama a su sempiterno chándal, no pasaba desapercibido. Pepe es un animador nato, incombustible e irreductible al desaliento. Desde su llegada hasta su último día de clase, se ha encargado de organizar todo tipo de eventos que han dado vida al Centro, tanto para el alumnado como para el profesorado, y eso, pese a los tiempos que corren, donde la motivación y el ánimo en la docencia son difíciles de mantener.


 Durante estos años ha puesto todo su empeño en preparar concursos de villancicos, carnavales, fiestas de fin de curso, celebraciones de día de Andalucía, etc., haciendo que el centro se convierta en un espacio de convivencia y participación, como hemos visto en el vídeo. No olvidaremos nunca sus grandes actuaciones carnavalescas como huevo kinder, negra zumbona o la última, disfrazado de Curro Jiménez. Nos ha hecho soñar con la peña “los millonetis” en la que, semana tras semana, se encargaba de echar la quiniela y toda clase de loterías, aunque debía de querernos mucho porque lo que es tocarnos no nos ha tocado nada gordo.


Eso sí, también hay que decir que hemos sobrevivido a lo largo de este tiempo con dignidad. Ha sido durante años responsable de organizar las excursiones del alumnado, entre ellas el tan esperado y deseado viaje de fin de curso. Era muy frecuente ver a sus alumnas y alumnos buscándolo por cualquier parte para que les resolviera los problemas relacionados con la excursión y Pepe, como siempre, armado de paciencia, los atendía a todos y a todas con una sonrisa en la cara. Porque, si algo hay que destacar de su carácter, es precisamente su buen humor y su trabajo desinteresado.


  No le ha importado viajar con ellos y ellas en las distintas excursiones que se han organizado y tanto le daba marcharse con cien niños y niñas de ESO a Isla Mágica que con alumnos y alumnas más mayores de crucero por el Mediterráneo, aun sabiendo que todos estos viajes no estaban exentos de riesgo, pues a veces le han hecho sufrir aventuras y desventuras dignas de Indiana Jones aunque también hay que decir que jamás le han hecho rendirse ni pedradas ni episodios etílicos.




 Como podéis ver, es culillo de mal asiento, dicho con todo el cariño, y no es ningún secreto que le gusta mucho viajar, y quizás esto ha supuesto el mejor antídoto contra el desánimo, la apatía y la falta de relación que muchas veces existe entre compañeros y compañeras porque, todo hay que decirlo, Pepe ha servido de nexo y unión entre todos y todas los que aquí estamos, gracias a sus numerosas propuestas de viajes y comidas, logrando de esta forma aumentar y mejorar las relaciones al buscar un ambiente distendido y propenso al compañerismo.


 Así, como hemos visto en el vídeo, hemos viajado a muchos destinos gracias a sus iniciativas: Isla Canela, sierra de Grazalema, Almuñécar, Costa Ballena… donde pasamos unos días de convivencia inolvidables, como inolvidables son los ojillos que se le ponían ante los buenos platos que hemos degustado en estas ocasiones. Y no digamos ya esos masajitos, aunque eso sí, siempre en sitios muy decentes, sin “final feliz”. 


Pepe es, en definitiva, una persona sociable donde las haya, a la que le gusta una buena tertulia. Así es fácil verlo en la sala de profesores comentando las últimas noticias del periódico (eso sí, cuando podía hacerse con él, cosa a veces muy, muyyyy complicada, pues con esto del periódico ocurre lo mismo que con el cuarto de baño, que solo disponemos de uno y hay cola para pillarlo). De esas noticias las que más han despertado su interés y han dado pie a sus comentarios, a veces eufóricos y otras repletos de decepción, han sido las noticias deportivas, principalmente las de su querido Real Madrid de fútbol y baloncesto. No ha sido raro verlo enfrascado en innumerables tertulias y discusiones con sus compañeros del Barça y del mismo Madrid, especialmente los lunes y también en mitad de semana en las ocasiones en las que había partidos de Champions.


 En lo único en lo que no ha triunfado por derecho ha sido en las nuevas tecnologías, que no se han plegado a su natural simpatía, de modo que el programa Seneca se convirtió, sobre todo al principio, en su gran enemigo y las PDAS, móviles y demás han sido siempre cacharros que solo ha usado por imperativo legal. Bueno, a excepción de las múltiples teclas y botones de su coche parlanchín, que lo mismo le da los buenos días con cordialidad que le riñe por no ponerse el cinturón. Pero no quisiéramos que esta despedida diera una impresión únicamente lúdica y festiva, porque también nos gustaría destacar su afán por formar a los alumnos y alumnas a través de actividades que van más allá de las comúnmente conocidas como “clases de gimnasia”. Su repertorio ha sido de lo más creativo: olimpiadas, figuras y pirámides, coreografías, acampadas, barbacoas, actividades en la nieve, competiciones deportivas durante los recreos, fútbol, baloncesto, gymkhanas… Mediante todas ellas ha impulsado la participación del alumnado y su implicación en la vida del centro, dejando atrás la idea de ir al instituto a “calentar el asiento”. A parte de todo esto, nos gustaría destacar además su aspecto solidario. Pepe ha participado y, en algunos casos, organizado actividades relacionadas con la paz, la interculturalidad, la recogida de alimentos y, durante muchos años, ha sido el encargado del apadrinamiento de varios niños y niñas de países como Nicaragua o Vietnam. También ha colaborado con asociaciones tales como Médicos Sin Fronteras o la Cruz Roja. Pepe no es un hombre que busque el protagonismo ni el reconocimiento inmediato, muy al contrario, prefiere realizar las cosas en un segundo plano, pero, eso sí, no le importa estar donde se le necesite, ya sea vestido de hippie, como en el día de la paz, en chándal o con traje (bueno, esto ya es más difícil de ver). Seguro que se nos quedan bastantes cosas en el tintero pues son muchos los años que hemos convivido con él. En ellos se han forjado innumerables historias y anécdotas, que quizá él mejor que nadie pueda contar.


 A modo de resumen y como despedida, nos gustaría decirle que ha sido un privilegio tenerlo durante tantos años entre nosotros y nosotras y que sin duda su marcha dejará un hueco difícil de llenar.


 En nombre del Centro le deseamos lo mejor en esta nueva etapa de su vida que comienza junto a su familia: su esposa, o como diría él, su sufridora Quety, y sus hijas, Ana y Sara, para que pueda dedicarse a esas actividades que tanto le gustan. Ojalá que entre ellas se cuenten esos viajes que hemos compartido y que esperamos seguir compartiendo.


 No queremos que nos olvides, Pepe. De algún modo, también somos tu otra familia, te queremos como algo nuestro que eres. Da igual que a partir del próximo curso, no te veamos a diario, físicamente. En los pasillos del Antonio Mª Calero siempre se escuchará el eco de tu voz; estarás con nosotros de otra manera, en nuestra memoria, echando pestes de los árbitros, dándole vidilla a la sala de profesores que sin ti se va a quedar un poco más vacía. Dicen que todas las personas somos sustituibles, pero eso es mentira.



No hay quien te pueda suplir entre nosotros, así que, insisto, no nos olvides, guarda siempre para nosotros un rinconcito en tu vida. Aquí, en la nuestra, tienes el sitio que se reserva a las personas como tú, cuyo lugar se puede compartir, pero no ocupar
.



 Un abrazo de todo corazón.
Gregorio García